FOTOTOPIAS: MARCELO MEJIA Y ANA ADARVE
Buena parte de la fotografía contemporánea tiene la particularidad de revelar nuevos espacios de reflexión –concepto que debe ser entendido en su doble acepción: como reflejo y como capacidad del pensamiento-, donde los lugares urbanos se ven cuestionados críticamente por la mirada del artista. Tal cuestionamiento se agudiza cuando las ciudades contemporáneas, basadas en un urbanismo salvaje, propio del capitalismo globalizado, crean nuevos espacios y lugares, donde el ser humano tiende prácticamente a desaparecer frente a ellos, creándose así una fobia, pues la presencia humana está mediada por el terror (en el caso de Adarve) y, donde las proyecciones especulares de las nuevas edificaciones creadas a partir del principio de seguridad, generan espacios otros (en el caso de Mejía).
Espacios deshumanizados, donde toda presencia humana es sospechosa; espacios de poder, donde la mirada dominadora de la vigilancia actúa como una cierta fantasmagoría que moldea las habitaciones y de los hábitos. Las construcciones parecen inverosímiles, imposibles, pero son imponentes. Frente a tal confrontación entre el habitar, el transitar, el mirar, el permanecer, la intimidad y la exhibición, el habitar y los espacios asépticos de las sociedades contemporáneas que impiden el desarrollo de lo habitual, los artistas crean nuevas posibilidades críticas y nuevas miradas. Eso sucede en las obras esencialmente fotográficas de Ana Adarve y Marcelo Mejía, artistas que utilizan la fotografía digital como medio crítico para cuestionar y reflexionar sobre nuestra relación con el espacio urbano: público y privado.
Fototopías, concepto que agrupa esta curaduría, es un neologismo que utilizo para configurar un lugar a partir de la fotografía, o donde la fotografía en sí puede ser considerada como un lugar por el referente que revela. Al mismo tiempo ese lugar está enmarcado dentro de las concepciones urbanísticas apoyadas en las utopías contemporáneas. Las construcciones actuales se erigen bajo el principio del temor y el terror; nuestras habitaciones se construyen como fortalezas paradisíacas que nos alejan del mundo real, verdaderas “zonas” o guetos que erigen fronteras infranqueables entre los habitantes y la realidad. La fotografía de Ana Adarve y Marcelo Mejía, se inscribe dentro de estos presupuestos que el público capitalino podrá apreciar hasta el 13 de marzo del 2010 en el Museo de Arte de la Universidad Nacional de Colombia.
Marcelo Mejía / Heterotopías.
Su obra, eminentemente fotográfica, se enmarca dentro del concepto de heterotopía acuñado por el filósofo Michel Foucault en el año 1967, durante una conferencia en el Círculo de Estudios Arquitecturales de París. Este concepto alude al espacio, en particular el espacio urbano, el cual está caracterizado por una disolución de las distancias, por un cambio de la perspectiva y de la mirada, por un cuestionamiento de las realidades urbanas y de los ciudadanos. El habitante de la urbe contemporánea se ve confrontado a su propia imagen, que se refleja en espacios imposibles, generados por las nuevas arquitecturas de cristal y metal. Ya no es la época donde el flâneur baudelaireiano intentaba fundirse en una multitud monstruosa, ni tampoco donde el mirón de Edgar Poe, intentaba sustraerse y alejarse de la masa misma que detesta y teme. No, en esta época, los habitantes urbanos, se funden de manera radical con los espacios generados por esas nuevas construcciones, a tal punto que su corporeidad tiende a desaparecer.
Esos espacios, serían una suerte de no lugares -tal como lo enunció Marc Augé-, donde la única manera de generar otras miradas se encuentran en los espejos, que se convierten en verdaderos lugares oníricos que terminan afectando la realidad. El artista nos dice lo siguiente sobre su obra: “Las Heterotopías se configuran como contra-espacios, espacios reales fuera de todo lugar o incluso utopías situadas, complementándose así el carácter ideal e irreal de la misma.” Los espejos urbanos, son verdaderos espacios perceptivos que transforman la arquitectura y el espacio exterior a ella. El individuo y las cosas ingresan en esos espacios reflexivos creando otras imágenes, otras realidades, espacios-otros o contra-espacios donde el ser humano puede de una u otra manera ablandar la rigidez de las construcciones contemporáneas.
Ana Adarve / Fobotopías.
Su obra fotográfica revela una serie de espacios elaborados a partir de lugares reales. Las fotografías son intervenidas y reconstruidas minuciosamente, hasta el punto de crear una asepsia propia de las sociedades contemporáneas. Sus fotos son verdaderas “construcciones de imagen”, pues la artista se demora de 3 a 12 meses realizando una imagen. Ciudadelas privadas construidas bajo el principio de “el paraíso a sus pies”, slogan del urbanismo salvaje del capitalismo globalizado, que crea especies de lugares idílicos, cierto, pero completamente artificiales y deshumanizados. Es ahí donde actúa el trabajo de la artista: lugares de tránsito como un paradero de buses, completamente desértico donde solamente se percibe un objeto, que materializa la contradicción de esta época: una maleta. Una maleta que pudo ser olvidada por un transeúnte o por un terrorista. Los espacios habitables de las sociedades contemporáneas, son extremadamente construidos bajo el paradigma del miedo y desde hace una década, bajo el paradigma del terror.
En ocasiones una construcción de la arquitectura postmoderna, por un juego de puntos de vista, parece devenir un enorme buque que parece venir aplastante sobre quien mira: ironía de la contemporaneidad, donde los espacios urbanos deviene los lugares del miedo y la fobia. Esta ha sido una constante reflexión, en el trabajo más reciente de la artista. Estas imágenes tomadas a partir de lugares reales en los Estados Unidos, nos invitan a repensar las frágiles relaciones entre individuos y construcciones. Relaciones que se ven violentadas por la exacerbación del miedo y el temor, pues como dice la artista: “Estas idílicas imágenes transmiten la sensación de un mundo contenido en una burbuja de cristal: imperturbable y vulnerable al mismo tiempo.”
Ricardo Arcos-Palma
Bogotá, febrero 8 del 2010
Fototopías:
http://www.cartelurbano.com/node/1087
Ana Adarve:
http://www.escaner.cl/escaner73/foto.html
Marcelo Mejía:
http://revista.escaner.cl/node/1554
http://www.escaner.cl/escaner83/foto.html
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