Vistazo Crítico 148: ¿obra de arte sonoro que no suena? Oswaldo Maciá.


¿OBRA DE ARTE SONORO QUE NO SUENA? OSWALDO MACIÁ


El arte sonoro, tal como lo demostré en el artículo titulado "Nada que ver. Hacia una historia del arte sonoro" publicado como parte de mi investigación en curso del mismo nombre en la Revista ArtNexus No. 94, Vol. 13, año 2014, es una manifestación plástica poco conocida y reconocida en nuestro contexto, dado que cuando hablamos de arte, tendemos a privilegiar lo que vemos y escasamente lo que tocamos. Lo auditivo dentro de plástica se reconoce poco. Quizá fue esto lo que motivó al jurado del Primer Concurso Internacional Museo a Cielo Abierto Ciudad de Bogotá, impulsado por la Secretaría de Cultura de la Alcaldía de Bogotá dirigida en su momento por Clariza Ruiz. El premio entre varias propuestas se le concedió a la obra "Scenario In Construction" del artista colombiano  (Cartagena) residente en Londres Oswaldo Maciá. Un artista que ha gozado de gran reconocimiento a nivel internacional por su obra compleja y bien estructurada formal y conceptualmente hablando. El jurado del premio compuesto por Cuauhtémoc Medina (México), Lucrezia Cipitelli (Italia), Patricia Gómez (Colombia) y Fernando Cortés (Colombia), premió una obra que sin duda se inscribe dentro de las exigencias del arte contemporáneo. La obra compuesta por varios conos de metal inoxidable, que semejan parlantes y dispuesto de maneras diferentes algunos de ellos sobre una estructura del mismo material. La estructura a ojos de los paseantes es muy vistosa y en verdad atrae la mirada de cualquier paseante, entendido o no en arte.  

Desde que se concedió el premio, año 2015, yo tenía mis dudas no porque Maciá no mereciera la jugosa suma de $100.000.000.oo, sino porque la escultura que prometía emitir sonidos de aves tropicales, no funcionaría en un escenario de los más contaminados auditivamente de la ciudad: la glorieta de Las Aguas en la calle 19 con carrera 3a. El tráfico vehicular es tal, que para poder oír el canto de las aves emanados de la escultura de Maciá tendría que superar los decibeles producidos por la contaminación sonora de autos y demás agentes contaminantes, lo que la haría digna acreedora de una sanciono por superar ruidos que el oído humano puede tolerar. El selecto jurado formado por personalidades del mundo del arte y la arquitectura pasó desapercibido este detallito: una obra de arte sonoro no puede competir con una ambiente contaminando auditivamente sobre todo cuando se trata de sonidos de aves. 

La escultura se instaló finalmente el año pasado y siempre llamó mi atención como quizá a la de la mayoría de transeúntes. Y curiosamente no sonaba o n he tenido suerte de escucharla. Pensé que aún no era el momento y que cuestiones técnicas de una obra que constó en su producción $200.000.000.oo pues no era cosa que se solucionara de la noche a la mañana. Pues pasaron varias noches y varias mañanas y la escultura de arte sonoro, que se anunció con bombos y platillos por la propaganda (prepago) oficial de ArcadiaEl espectador y otras revistas y periódicos locales, como "la primera escultura de arte sonoro en el espacio público de Bogotá" nunca sonó al menos no a mis oídos. Aún así seguí esperando, pasaba por el mismo lugar esperando escuchar el anunciado canto de aves. A veces olvidaba la obra pero como es atractiva visualmente, volvía a acordarme de la promesa incumplida no se si por parte del artista o por parte de los encargados de la producción. 


Hoy decidí detenerme y no me conformé con las fotos que venía acumulando en archivo. Hice un pequeño video que comparto con ustedes donde se puede  corroborar que no se oye ni el canto de un perico; lo que se puede confundir con el trino de un ave es la alarma de mi auto: me acerqué esquivando los autos pues es un lugar que no se puede acceder fácilmente a pie, pues pensé que estaba perdiendo el oído ya no escuchaba sino las bocinas de los autos y la algarabía de una lugar congestionado de gente; ya cerca a la escultura  afiné el oído y....  nada. Puro ruido exterior. Por un monto pensé debe ser algo conceptual. Pero no que va, sería el colmo que nos anuncien una escultura de arte sonoro para que uno tenga que imaginarse como sonaría. Volveré a pasar sin duda alguna ver que pasa.


Llegando a casa fui a corroborar en la página web del artista y en efecto la obra se presenta como arte sonoro. Ahí estimado transeúnte usted podrá escuchar al fin las aves que jamás escuchará en el espacio público. Lo triste de la historia que es se invirtieron $200.000.000.oo de pesos en una obra que funciona solo visualmente y al artista no parece importarle nada. Pero los grandes responsables de este absurdo son sin duda los jurados expertos en arte. ¿Cómo diablos premian una obra que no se podrá escuchar jamás a menos que se prohiba el tráfico vehicular entre otros agentes contaminantes del lugar? Quizá Cuauhtémoc y Cipitelli son los menos culpables por no conocer el contexto local aunque como estaban en Colombia en ese momento me imagino debieron al menos pasearse por el lugar de la mano de los miembros de la Secretaría del Cultura, o de los jurados locales. Lo que les pudo dar una mínima idea de donde se emplazaría la obra ganadora.


En definitiva El Museo a cielo abierto de la Ciudad de Bogotá tiene ahora una obra de arte de sonoro, pero que para que suene y resuene tenemos que hacer un esfuerzo imaginativo sin precedentes o simplemente conectarnos a internet y visitar la página de Oswaldo Maciá que debe estar tan contento con el jugoso premio que ni si quiera se ha preocupado por saber si funcionaría o no. Aquí puede hacerse una idea de lo que pudo haber sido. Pues así la obra suene, que en verdad lo dudo, el sonido no alcanza a diferenciarse en ese ambiente urbano.

Este es otro ejemplo del derroche presupuestal que hacen nuestros administradores de la cultura que prometieron y anunciaron con bombos y platillos a la ciudad una obra de arte sonoro que por el momento no produce ni un trino. Claro como a todo le tiene excusa la administración dijo que el sonido permanente "ponía en riesgo el ecosistema local". Y para completar la obra se justifica finalmente con una intervención de un minuto cada hora: en un texto de presentación escrito por Adrian Searle dice: 

"Scenario in Construction 
2017 
Permanent public sound sculpture 
Roundabout at the intersection of Calle 19 and Carrera 3, Bogotá, Colombia

With ‘Scenario in Construction’ Maciá won the inaugural Open-Air Museum in 2015, an international contest for public sculpture in the city of Bogotá. Completed in 2017, this is the first public sound sculpture in the southern hemisphere. Five cones and five open cubes are situated in the centre of a roundabout. In the last minute of every hour between 7am and 7pm, for one minute, a composition of birdcalls can be heard. The sounds are arranged from the calls of 1,900 individual birds transiting and inhabiting Colombian territory.
Commissioned text on the work:
Adrian Searle, A Brief Interruption, 2015"

Vaya broma de mal gusto. Definitivamente, tomates al jurado, tomates al artista y tomates a la administración: "exigimos respeto por los ciudadanos, dicen algunos" y otros gritan "a  perro con ese hueso. ¡Qué descaro!" Claro ustedes dirán que igualmente suena. Por supuesto la obra pone sobre el tapete algo que merece discutirse. Abierto el debate y a visitar este monumento y pare oreja a ver si oye algo. 

Ricardo Arcos-Palma.
Bogotá 11 de enero del 2018.


ps. Al parecer la escultura produce sonido cada hora y quienes pueden escucharla son quienes están en ese preciso momento según testimonios de algunos que viven y trabajan en el lugar. Por ejemplo Maricela Velez afirma haberle escuchado pues su oficina está en una de esas torres, ella dice "Ricardo, suena cada hora y es precioso el sonido de los pájaros." Y Camila Andrea dice "Yo sólo escuché una vez a los tales pájaros (y no estoy diciendo mentiras). Así como todos yo también me preguntaba ¿Qué de sonoro tiene la obra si no escucho nada? Resulta que un día, entre ver la obra y discutir con mi papá porque no me gustaba, me contó que la obra sonaba en hora en punto, es decir, empezaba a las 8:00 a.m., después sonaría otra vez a las 9:00 a.m., y así sucesivamente hasta las 7:00 p.m.; aun así, entre mi incredulidad, decidí creerle (o sea, es mi papá, ¿Por qué me mentiría?). Después de eso fui seguido al centro, esperando que el reloj marcara una hora en punto, y sucedió: eran las 9:00 a.m., estaba en el carro y empezó a sonar. Sólo duró un minuto la reproducción de cantos de aves. Me sentí robada y timada, me pregunté ¿Por qué está obra ganó?". Carlos Eduardo Serrano insiste al respecto: "Maciá trabaja por lo general su obra pensando en la contraposición con el espacio circundante... El choque del espacio sonoro (la obra) con el espacio real, los sonidos que de allí emanan. No disimula que lo suyo es el sonido, por lo tanto muestra los parlantes escuetamente sin proponerse mimetizar la obra, el sonido, con la evocación del animal que los proporcionó o el sujeto corporal del cual fueron extraídos."

ps 2: Obsesivo que soy volví al lugar y si suena. Suena cada hora. Magnifico sonido de aves. ¿Pero por qué cada hora? 

Comentarios

Oswaldo Maciá dijo…
Parte 1:
Apreciado Ricardo Arcos Palma

Gracias por tomarse el tiempo de ir a explorar la obra, tratar de oír y reportar sus impresiones.Leo su artículo y aprecio su preocupación por el arte actual en Colombia y las esculturas en espacios públicos.Considero la labor del crítico fundamental para la salud de las obras de arte, y en este caso siendo autor de ‘Escenario en Construcción’ agregare unas líneas solo para complementar el texto y quizás cubrir algunos vacíos.

Acepto que la obra cree frustraciones,si la obra no revela en un principio lo que el visitante o transeúnte espera encontrar.Hablemos de la obra.

El título de su artículo
‘Obra sonora que no suena’ buen título pero me suena un poco tardío, nada nuevo en el arte sonoro después de las composición en tres movimientos del compositor experimental John Cage:Cuatro minutos y treinta y tres segundo 4’33 (1952) todo en silencio.Su gran aporte a la música y al arte sonoro es muy conocido, una de sus frases es la de cómo tratar de escuchar el silencio (algo budista).Volviendo a su artículo, no voy a refutar que la obra no suena, la obra tiene sonido, tiene silencio y vive en el ruido de la calle,tampoco propuse hacer una valla publicitaria acústica.No.

Los títulos
Para mí el título de la obra es fundamental, es una introducción al trabajo.‘Escenario en Construcción’significa lo que es,‘escenario’(lugar en que ocurre o se desarrolla un suceso) y ‘construcción’ lo que significa (construir, edificar) además es como un juego infantil con cubos y conos para aprender.En los conos viven los altavoces direccionales con los sonidos.La obra esta en una constante‘construcción’ edificando relaciones con los transeúntes distraídos.

La obra
‘Escenario en construcción’suena entre 7:00 a.m. y 7:00 p.m. son composiciones sonoras de un [1] minuto que pasan cada [59] minutos, al final de cada hora. Todas las composiciones son diferentes,trabajadas con la variedad de 1.960 [llamados] sonidos de aves que viven o transitan el territorio colombiano, tenemos el país con mas variedad de especies de aves en el planeta y una gran biodiversidad.

¿A quién le pertenecen las obra públicas?
En caso que no funcione se puede reportar a la oficina del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, entidad responsable de custodiar los monumentos públicos.

Su preocupación sobre una obra sonora en lo ruidosa calle 19
En el caso de la obra en la calle 19, el ruido está estudiado, asumido dentro de la composición y sobre la existencia de la obra.

Para complementar el argumento de obras de artes en el centro del ruido, traeré el ejemplo de un artista y su obra el cual he admirado por mucho tiempo y es un pionero en le exploración del sonido y sus volúmenes en espacios públicos. El título de la obra en referencia es ‘Times Square’, situada en el centro de la ciudad de New York, y creada por Max Neuhaus en 1977, obra que vive en el centro del ruido y se puede apreciar cuando con atención se hace una selección en los sonidos de nuestro alrededor y oímos la obra.

Decibeles y frecuencias
70 Decibeles es la lectura en decibeles del ‘ruido’ en la calle 19. Imagen tomada a las 3:00 p.m. con la obra sonando marca 70 db en realidad es lo mas bajo de lo que se llama ‘ruido’ y no se considera ruido. 70 db es una calle con tráfico, 90 db una gran orquesta sonando, 110 db es el sonido en un concierto, 120 db es el sonido de un avión, 40db el sonido promedio en una conversación. Así que 70db no es ‘ruido’, no digo que no varíe en el día.

Frecuencias altas
La siringe es el órgano vocal de las aves, el cual produce frecuencias altas, las aves no producen bajo. Los sonidos de la obra son todos hechos con llamados de aves. A diferencia de un motor de un auto que produce frecuencias bajas o la mezcla de diversos ruidos en la calle crea frecuencias bajas en general.

Continúa.Ver parte 2
Oswaldo Maciá dijo…
Parte 2

Altavoces de frecuencias altas
Sabiendo que el género de sonido que se va a emitir en la obra es de alta frecuencia, los adecuados son los denominados altavoces para rango de frecuencia media y alta. Los equipos pueden sonar 3 veces más pero no es la intención en la obra. Este tipo de altavoces son diseñados específicamente para estas funciones en espacios donde se tienen que diferenciar las frecuencias altas de las bajas. [p.ej. carreras de autos donde se escucha con claridad la voz del locutor a diferencia de los autos].

El oído, oír o escuchar
El oído se encarga de diferenciar las frecuencias altas de las frecuencias bajas y la obra se puede escuchar con claridad, si se quiere escuchar.
Hay otros factores que me interesan dentro de la obra al referirnos al oír que es diferente a lo que también hacemos y es escuchar conceptos que hay que tener claros cuando vivimos en una sociedad de constante diálogos de todo tipo.

El término ‘Cocktail party problem’ se aplica en la obra del la calle 19.Al escribir de la selectividad para oír no podemos pasar sin la referencia de ‘Cocktail party problem’ es el mejor título y ejemplo para definir este problema, la habilidad de escuchar una conversación con claridad en un cóctel y negar las voces de alrededor. Edward Colin Cherry,ingeniero electrónico y científico cognitivo fue el gran aportador a los estudios de la selectividad auditiva.

Pregunta, más no respuesta.
Sí, unas preguntas nos llevan al final del texto y al centro del ‘escenario’, la obra; cada hora nos pregunta ¿Qué tanto oímos o si solo escuchamos? ¿Siempre seleccionamos y oímos lo que queremos oír? ¿Qué tanto oímos en un diálogo?.La obra sigue siendo una pregunta mas no una respuesta.

Gracias
La última palabra es Gracias a las instituciones en Colombia que creen en la escultura y toda la gente profesional que hizo posible la obra ‘Escenario en construcción’.

Att.
OM
dp dijo…
Ya había visto los conos y me parecían frondios; una escultura mediocre de alguien que creyó que trabajaba en un taller de la Bauhaus. Hasta hoy me entero que eso era una obra sonora. Yo trabajaba –hasta 2017, después huí de Bogotá– a un par de cuadras, en Los Andes, y siempre subía en bici por la 22 y pocas veces bajaba por la 19. Nunca la oí.
He leído ya muchas descripciones (prepago, como bien dice) y aún con esas suena MAL. Esas intervenciones pasan porque no nos ponemos las pilas y dejamos que nos metan gato por liebre alguien que cree que paisaje sonoro son solo sonidos de pajaritos y curadores que se deslumbran con una cita de Nancy y una de Schafer en el texto del proyecto, pero que no tienen las herramientas para ser jurados de una obra sonora. Ni que no hubiera artistas sonoros en Latinoamérica, en Colombia, o en Bogotá, que pudieran tener mejor criterio.
Espero que nunca una obra mía termine como una artistada de ese estilo.
Unknown dijo…
Esta obra sí es muy interesante precisamente por que altera el paisaje sonoro del lugar y lo hace con la suficiente sensibilidad para construir una experiencia de escucha compleja para el peatón. Así mismo lo hizo Max Neuhaus en su obra Times Square o Bill Fontana en várias de sus piezas que son para espacio público. No es razonable que se haga una crítica tan fuerte a una obra tiene su lugar y su sentido. Sr Arcos, antes de hacer una crítica tan malintencionada ud debería conocer mejor el Arte Sonoro, no cree?. Saludos. Julián.