Flora Necrologica: crítica o apología de la violencia?
Hace poco mas de un mes, envié un comentario a Columna de Arena, espacio de crítica on-line de José Roca (arquitecto, director de la sección de artes plásticas de la Biblioteca Luis A. Arango del Banco de la Républica sobre su artículo titulado "Flora Necrológica: Imágenes para una geografía política de las plantas" (Columna 50), comentario que quiza (???) sera publicado muy pronto en su espacio on-line pues no creo que haya sido sensurado. A continuación les envio el siguiente vistazo crítico, sobre la desafortunada utilización de la noción "estetización" por parte de José Roca. Termino este que genera serios interrogantes alrededor de lo que él llama "la estetización de las imágenes violentas", en Colombia, generando así una distorción positiva de sentido de esta expresión. Aclaro, que con este vistazo crítico, no pretendo restarle importancia a su estudio que por cierto me parece pertinente.
Flora necrologica: crítica o apología de la violencia?
Antes de entrar de lleno en el tema que nos ocupa, vale la pena aclarar que en ningun momento se pone en cuestión la obra de los artistas mencionados por José Roca en su texto. Es mas bien la lectura que se ha hecho tomando algunas obras de la amplia producción de estos artistas, la que es cuestionada. Por lo tanto, es el texto en si de José Roca que es sometido a un examen crítico. Dicho de otra manera, lo que sigue a continuación es un ejercicio de desfacinación, en el sentido estricto de la palabra, pues en ocasiones las cosas nos fascinan a tal punto que olvidamos su verdadera esencia. Vale la pena decir, que cuando un texto es sometido a un examen crítico, como en este caso, eso puede herir sensibilidades. Pero siendo fieles a Roland Barthes, olvidémonos del autor (Roca) y centrémonos en su producción, como verdaderos lectores e intérpretes.
Sabemos que colores maravillosos, las flores más bellas y más hermosas germinan en la podredumbre. Ya el poeta Charles Baudelaire nos dió cuenta de ello, con sus magníficas "flores enfermisas": las Flores del Mal, esas que él dedicaba a su semejante: "hipócrita lector". Walter Benjamin en su famoso estudio "Charles Baudelaire, un poeta lírico en el apogeo del capitalismo", nos muestra como el poeta francés, fue el primero en aprehender la fuerza productiva del hombre alienado. Este trabajo despertó en su amigo Brecht, un cierto ecepticismo, pues, él veia una adaptación de la concepción materialista de la historia un poco osada: "El (Benjamin) demuestra cómo la creencia en la inminencia de una época sin historia luego de 1848 a falseado la literatura; descontábamos por adelanto la victoria de la burguesia versallesa sobre la comuna. Nos poníamos del lado de mal que tomo forma de flor" (Brecht, Diario de trabajo). Así pues, las Flores del Mal baudelerainas son el ejemplo perfecto del ideal del hombre desencantado políticamente. Baudelaire quién oscilaba entre los del arte por el arte, y los partidarios de Courbet que defendían un arte realista y por ende político, toma la flor, como símbolo y alegoria del mal. Pero, cuál es el mal al que se refiere Baudelaire? Basta con echar un vistazo a sus poemas para ver surgir los temas urbanos. Baudelaire escribe este texto, a la época del nacimiento del urbanismo moderno del Baron Haussman, luego que los sueños de la comuna del 48 fueron sepultados por Napoleon III. No es un azar que la flor surgiera como alegoría del mal, en un momento donde donde la belleza, la estetización, deviene un objetivo político: la modernización de la ciudad, los grandes boulevares... el adorno y la moda, hacen parte del ideal de esta época, que enaltece la belleza sobre la pobreza y la miseria. Es suficiente ver el edificio de la Opera de Garnier para darse cuenta del espíritu de la época. Así pues Baudelaire, quien había atacado fuertemente la doctrina del el arte por el arte, y el arte realista también, termina inclinándose hacia este último, pues para él, el arte, "es inseparable de la moral y de la utilidad" (Para profundizar sobre este tema ver, Las reglas del Arte de Pierre Bourdieu). El épigrafe de Agrippa d'Aubigné escogido por Baudelaire y que aparece en la edición de sus Flores del Mal (1857) es muestra de ello: "Se dice que hay que dejar correr las cosas abominables / En el pozo del olvido y al sepulcro encercado, / Y que por los escritos el mal recusitado / Infectará las constumbres de la posteridad (...)". De manera que la Flor en este caso, puesta del lado del Mal adquiere una connotación crítica. Son esas flores con que se prentende adornar la muerte, la miseria, que él poeta pone en évidencia de una manera magistral oponiéndose a ellas y no haciendo una apología de la miseria ni de la violencia. Dicho de otra manera las flores enfermizas del poeta no "estetizan" el mal, lo muestran tal cual.
Dicho esto, me sorprendre el ver afirmaciones como la siguiente que tomo del texto de José Roca: "Y si la muerte se ha estetizado, qué mejor símbolo que la flor, cuya imagen se asocia en todas las culturas a lo bello, y en muchas de ellas a los ritos funerarios?". Esta frase hace refencia a un contexto preciso: Colombia hoy. El texto de Roca comienza situando algunos artistas contemporáneos quienes proponen "la botánica, como tema y estrategia artística", dentro de un contexto donde las imágenes de la violencia divulgadas por los medios de comunicación, anestesiando la sensibilidad del Colombiano. Esto es cierto. Pero lo que me sorprende es ver como frente a tal endormecimiento, se genera dicha "estetización de la imagen" ignorando por completo la connotacion peyorativa de la noción de estetización dentro del pensamiento crítico. Roca es claro al afirmar: "Y así como la mirada sobre el paisaje natural revela a la vez el escenario de la confrontaciín, la flor se sustituye metafóricamente a la muerte, su directa consecuencia". La flor reemplaza la muerte. Es decir que donde hay muerte hay flores. Claro, los cementerios están llenas de ellas. Pero sigamos. Se pretende entonces, embellecer la muerte a travez de estas imágenes estétizantes? A riezgo de equivocarme si la respuesta es afirmativa, se estará corriendo el riezgo de hacer una apología y no un crítica de la violencia. Me explico:
Si la muerte, sobre todo en un contexto violento como el colombiano, se "sustituye metafóricamente" por la flor, como lo afirma Roca, gracias a la obra de arte, eso nos llevaria a pensar que la muerte (violenta) es bella. Esta deducción se afirma por el uso desafortunado de la noción "estetizar" de parte de Roca. Así de simple, pues el término estetización como lo emplea Roca, nos hace pensar nada diferente a eso. Es ahí donde radica el problema, y la columna de arena comienza a desboronarse. Tal lectura me hace pensar como no, en la famosa "estetizaciín de la guerra " de los futuristas. "Marinetti, en uno de sus poemas muestra esta relación entre estética y la guerra: "La guerra es bella: después de 27 años; nosotros futuristas nos hemos elevado contra la afirmación que la guerra no es estética... también estamos abocados a constatar que... la guerra es bella, porque gracias a las máscaras de gas, a los terrifiantes megáfonos, (...) recuerden estos principioástica nueva... sea iluminada". Es evidente aquí el fuerte impacto del progreso maquinal en el imaginario futurista así como lo nefasto unido a lo bello. La belleza se unía en un macabro matrimonio a la destrucción y la muerte"(1). Walter Benjamin, quién develó este paradójico viraje de la belleza hacia la muerte, nos dice que el sentido crítico justamente se opone a la estetización: a la estetización de la política se opone la politización del arte nos dice Benjamin. No se trata de hacer un juicio histórico a un poeta tan importante como Marinetti, pero si de entender como un artista (poeta) puede dejarse seducir por lo más macabro: en este caso la guerra. Por aquél entonces, recordemos el fascismo italiano invadia Etiopia en su delirio imperial. El artista en últimas muestra las contradicciones de un época, gracias a su obra. En el caso colombiano, cuando Roca afirma que a diferencia del arte de los setentas (bastante politizado por cierto), la nueva generación de artistas asumen un sentido crítico, estetizando la imagen de la violencia, me parece que él no tiene en claro qué es un sentido crítico, sobre todo en términos de la teoría crítica.
No se trata de restar importancia a la flor como una fuerza simbólica, pues sería absurdo negar lo que los Románticos alemanes nos han legado, luego de Rousseau, así como la generación de los sesentas y setentas en el siglo XX, que hicieron de la flor un simbolo de paz y amor, y que en manifestaciones anti guerra en Vietnam, como la del Pentagono, tranformaron gracias a un gesto, un fúsil en un florero. Para terminar, cuando se habla de estetización, sobre en todo en crítica de arte y pensamiento crítico, el término adquiere una connotación peyorativa. Así pues, será que Roca, en un desafortunado uso de este concepto, no correrá el riezgo de afirmar con su estudio Flora Necrológica, que ciertos artistas contemporáneos colombianos realizan una apología de la muerte (violenta) sustituyendo la imagen violenta por una flor? La muerte (violenta )es bella estimado Roca? De otra parte, es claro que a estos artístas no les interesa en lo más mínimo el problema político por lo tanto su actitud crítica sería algo falso.
Nota: (1). Arcos-Palma R. De la mirada al vistazo. Ensayo & Error. Revista de Pensamiento Critico Contemporaneo. Año 5, No. 7, Bogota 2000.
Ricardo Arcos-Palma
París Agosto 18 del 2003.
nota bene: este texto nunca fue publicado por José Roca en Columna de Arena, ni tampoco generó respuesta alguna de su parte.
Hace poco mas de un mes, envié un comentario a Columna de Arena, espacio de crítica on-line de José Roca (arquitecto, director de la sección de artes plásticas de la Biblioteca Luis A. Arango del Banco de la Républica sobre su artículo titulado "Flora Necrológica: Imágenes para una geografía política de las plantas" (Columna 50), comentario que quiza (???) sera publicado muy pronto en su espacio on-line pues no creo que haya sido sensurado. A continuación les envio el siguiente vistazo crítico, sobre la desafortunada utilización de la noción "estetización" por parte de José Roca. Termino este que genera serios interrogantes alrededor de lo que él llama "la estetización de las imágenes violentas", en Colombia, generando así una distorción positiva de sentido de esta expresión. Aclaro, que con este vistazo crítico, no pretendo restarle importancia a su estudio que por cierto me parece pertinente.
Flora necrologica: crítica o apología de la violencia?
Antes de entrar de lleno en el tema que nos ocupa, vale la pena aclarar que en ningun momento se pone en cuestión la obra de los artistas mencionados por José Roca en su texto. Es mas bien la lectura que se ha hecho tomando algunas obras de la amplia producción de estos artistas, la que es cuestionada. Por lo tanto, es el texto en si de José Roca que es sometido a un examen crítico. Dicho de otra manera, lo que sigue a continuación es un ejercicio de desfacinación, en el sentido estricto de la palabra, pues en ocasiones las cosas nos fascinan a tal punto que olvidamos su verdadera esencia. Vale la pena decir, que cuando un texto es sometido a un examen crítico, como en este caso, eso puede herir sensibilidades. Pero siendo fieles a Roland Barthes, olvidémonos del autor (Roca) y centrémonos en su producción, como verdaderos lectores e intérpretes.
Sabemos que colores maravillosos, las flores más bellas y más hermosas germinan en la podredumbre. Ya el poeta Charles Baudelaire nos dió cuenta de ello, con sus magníficas "flores enfermisas": las Flores del Mal, esas que él dedicaba a su semejante: "hipócrita lector". Walter Benjamin en su famoso estudio "Charles Baudelaire, un poeta lírico en el apogeo del capitalismo", nos muestra como el poeta francés, fue el primero en aprehender la fuerza productiva del hombre alienado. Este trabajo despertó en su amigo Brecht, un cierto ecepticismo, pues, él veia una adaptación de la concepción materialista de la historia un poco osada: "El (Benjamin) demuestra cómo la creencia en la inminencia de una época sin historia luego de 1848 a falseado la literatura; descontábamos por adelanto la victoria de la burguesia versallesa sobre la comuna. Nos poníamos del lado de mal que tomo forma de flor" (Brecht, Diario de trabajo). Así pues, las Flores del Mal baudelerainas son el ejemplo perfecto del ideal del hombre desencantado políticamente. Baudelaire quién oscilaba entre los del arte por el arte, y los partidarios de Courbet que defendían un arte realista y por ende político, toma la flor, como símbolo y alegoria del mal. Pero, cuál es el mal al que se refiere Baudelaire? Basta con echar un vistazo a sus poemas para ver surgir los temas urbanos. Baudelaire escribe este texto, a la época del nacimiento del urbanismo moderno del Baron Haussman, luego que los sueños de la comuna del 48 fueron sepultados por Napoleon III. No es un azar que la flor surgiera como alegoría del mal, en un momento donde donde la belleza, la estetización, deviene un objetivo político: la modernización de la ciudad, los grandes boulevares... el adorno y la moda, hacen parte del ideal de esta época, que enaltece la belleza sobre la pobreza y la miseria. Es suficiente ver el edificio de la Opera de Garnier para darse cuenta del espíritu de la época. Así pues Baudelaire, quien había atacado fuertemente la doctrina del el arte por el arte, y el arte realista también, termina inclinándose hacia este último, pues para él, el arte, "es inseparable de la moral y de la utilidad" (Para profundizar sobre este tema ver, Las reglas del Arte de Pierre Bourdieu). El épigrafe de Agrippa d'Aubigné escogido por Baudelaire y que aparece en la edición de sus Flores del Mal (1857) es muestra de ello: "Se dice que hay que dejar correr las cosas abominables / En el pozo del olvido y al sepulcro encercado, / Y que por los escritos el mal recusitado / Infectará las constumbres de la posteridad (...)". De manera que la Flor en este caso, puesta del lado del Mal adquiere una connotación crítica. Son esas flores con que se prentende adornar la muerte, la miseria, que él poeta pone en évidencia de una manera magistral oponiéndose a ellas y no haciendo una apología de la miseria ni de la violencia. Dicho de otra manera las flores enfermizas del poeta no "estetizan" el mal, lo muestran tal cual.
Dicho esto, me sorprendre el ver afirmaciones como la siguiente que tomo del texto de José Roca: "Y si la muerte se ha estetizado, qué mejor símbolo que la flor, cuya imagen se asocia en todas las culturas a lo bello, y en muchas de ellas a los ritos funerarios?". Esta frase hace refencia a un contexto preciso: Colombia hoy. El texto de Roca comienza situando algunos artistas contemporáneos quienes proponen "la botánica, como tema y estrategia artística", dentro de un contexto donde las imágenes de la violencia divulgadas por los medios de comunicación, anestesiando la sensibilidad del Colombiano. Esto es cierto. Pero lo que me sorprende es ver como frente a tal endormecimiento, se genera dicha "estetización de la imagen" ignorando por completo la connotacion peyorativa de la noción de estetización dentro del pensamiento crítico. Roca es claro al afirmar: "Y así como la mirada sobre el paisaje natural revela a la vez el escenario de la confrontaciín, la flor se sustituye metafóricamente a la muerte, su directa consecuencia". La flor reemplaza la muerte. Es decir que donde hay muerte hay flores. Claro, los cementerios están llenas de ellas. Pero sigamos. Se pretende entonces, embellecer la muerte a travez de estas imágenes estétizantes? A riezgo de equivocarme si la respuesta es afirmativa, se estará corriendo el riezgo de hacer una apología y no un crítica de la violencia. Me explico:
Si la muerte, sobre todo en un contexto violento como el colombiano, se "sustituye metafóricamente" por la flor, como lo afirma Roca, gracias a la obra de arte, eso nos llevaria a pensar que la muerte (violenta) es bella. Esta deducción se afirma por el uso desafortunado de la noción "estetizar" de parte de Roca. Así de simple, pues el término estetización como lo emplea Roca, nos hace pensar nada diferente a eso. Es ahí donde radica el problema, y la columna de arena comienza a desboronarse. Tal lectura me hace pensar como no, en la famosa "estetizaciín de la guerra " de los futuristas. "Marinetti, en uno de sus poemas muestra esta relación entre estética y la guerra: "La guerra es bella: después de 27 años; nosotros futuristas nos hemos elevado contra la afirmación que la guerra no es estética... también estamos abocados a constatar que... la guerra es bella, porque gracias a las máscaras de gas, a los terrifiantes megáfonos, (...) recuerden estos principioástica nueva... sea iluminada". Es evidente aquí el fuerte impacto del progreso maquinal en el imaginario futurista así como lo nefasto unido a lo bello. La belleza se unía en un macabro matrimonio a la destrucción y la muerte"(1). Walter Benjamin, quién develó este paradójico viraje de la belleza hacia la muerte, nos dice que el sentido crítico justamente se opone a la estetización: a la estetización de la política se opone la politización del arte nos dice Benjamin. No se trata de hacer un juicio histórico a un poeta tan importante como Marinetti, pero si de entender como un artista (poeta) puede dejarse seducir por lo más macabro: en este caso la guerra. Por aquél entonces, recordemos el fascismo italiano invadia Etiopia en su delirio imperial. El artista en últimas muestra las contradicciones de un época, gracias a su obra. En el caso colombiano, cuando Roca afirma que a diferencia del arte de los setentas (bastante politizado por cierto), la nueva generación de artistas asumen un sentido crítico, estetizando la imagen de la violencia, me parece que él no tiene en claro qué es un sentido crítico, sobre todo en términos de la teoría crítica.
No se trata de restar importancia a la flor como una fuerza simbólica, pues sería absurdo negar lo que los Románticos alemanes nos han legado, luego de Rousseau, así como la generación de los sesentas y setentas en el siglo XX, que hicieron de la flor un simbolo de paz y amor, y que en manifestaciones anti guerra en Vietnam, como la del Pentagono, tranformaron gracias a un gesto, un fúsil en un florero. Para terminar, cuando se habla de estetización, sobre en todo en crítica de arte y pensamiento crítico, el término adquiere una connotación peyorativa. Así pues, será que Roca, en un desafortunado uso de este concepto, no correrá el riezgo de afirmar con su estudio Flora Necrológica, que ciertos artistas contemporáneos colombianos realizan una apología de la muerte (violenta) sustituyendo la imagen violenta por una flor? La muerte (violenta )es bella estimado Roca? De otra parte, es claro que a estos artístas no les interesa en lo más mínimo el problema político por lo tanto su actitud crítica sería algo falso.
Nota: (1). Arcos-Palma R. De la mirada al vistazo. Ensayo & Error. Revista de Pensamiento Critico Contemporaneo. Año 5, No. 7, Bogota 2000.
Ricardo Arcos-Palma
París Agosto 18 del 2003.
nota bene: este texto nunca fue publicado por José Roca en Columna de Arena, ni tampoco generó respuesta alguna de su parte.
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