REFLEXIONES PROFANAS. LOS DESAFIOS DEL LENGUAJE.


REFLEXIONES PROFANAS
LOS DESAFÍOS DEL LENGUAJE 

Últimamente en sección de noticias de este magnífico inquilinato de facebook, como suele llamarle nuestro querido Dioscorides Perez -quien por cierto fue expulsado de este paraíso de la red por l@s neoinquisodir@s, por atreverse  a mostrar cuerpos casi en bola-, veo con muchísima frecuencia el verbo transitivo DESAFIAR. 

Y aparecen interminables cadenas de selfies, carátulas de libros, discos, etc etc y los « desafíos » se replican hasta el infinito. Vemos notificaciones que todas se parecen: "acepto el reto", "acepto el desafío". Por unos momentos se puede pensar que valientes somos al aceptar ciertos retos y desafíos. Sin embargo la realidad es otra. 

Yo mismo fui víctima de esa generosa invitación que me recuerdan a esas cadenas de oraciones que circulaban por whatsapp; vaya desafío poner diez « mandamientos » porque a algún desocupado en tiempos de pandemia se le ocurrió y luego uno en claro acto de venganza, pues no puede ser de otra manera, lanzamos la pelota a nuestro mejor amigo disque para « retarlo », « desafiarlo » si lo que está detrás de todo eso es hacerle perder tiempo y joderle la vida. Ah pero altruistas que somos replicamos ese mismo gesto una y otra vez, inundando y saturando la red. Y para colmo, cuando apenas estás saliendo de esa pesadilla, otro generoso amigo vuelve a « retarte », y la cosa se complica aún más cuando un tercero aparece. Tres por diez treinta desafíos en menos de una hora! 

Si tomarse una selfie, publicar una carátula de libro que quizá nunca hemos leído, etc etc es comparable a subir el Monte Everest, o publicar un libro, o robar un banco, es decir a realizar algo extraordinario, el lenguaje ha dado un giro inimaginable en estos tiempos pandémicos. A este ritmo Retar, Desafiar serán sinónimos de bostezar. No hay derecho! Los reto a que dejen de publicar retos y desafíos durante una semana o al menos que salgan a la calle y le en u  beso al primero que se encuentren o le tiren un pastel en la cara a los canallas gobernantes que nos tienen embobados. Eso sí seria un reto y un desafío. Será tanto pedir? 

Ricardo Arcos-Palma
Paris 29 de julio del 2020.

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