Vitto Acconci. |
REFLEXIONES PROFANAS: El miedo y el terror la peor pandemia.
En estos tiempos confusos aprehendemos mucho. Una de eso aprendizajes es el no creer completamente lo que los medios de desinformación masiva como suelo llamarles, nos dicen constantemente. Por ejemplo, cuando ellos propagan el medio que nos paraliza y nos congela. Mucho se ha hablado de este virus y lo más real es que como cualquier pandemia si genera muertes. Lo que sí podemos concluir es que el mundo, ni si quiera los paises del primer mundo estaban preparados para este flagelo creado o no en oscuro laboratorio, como lo sugirió la magnífica novela negra Ojos en las tinieblas de Dean R. Koonts escrita en 1981, donde la protagonista Christina Evans busca desesperadamente a su hijo desaparecido y lo encuentra recluido en una base militar, pues este ha sido afectado por un virus producto de un arma biológica llamada Wuhan-400. La trama se desarrolla alrededor del 2020, prácticamente cuarenta años después de escrita la novela.
Para Koonts en esos años que se iniciaba la administración Reagan con la vice-presidencia de Bush, no era un secreto que Wuhan en China era ya un centro importante que acogía laboratorios que experimentaban con material biológico. Más allá de estas extrañas coincidencias con lo que acontece, esta pandemia destapa dos cosas importantes a mi juicio: la primera de ellas, la frágil condición del sistema de salud, golpeado por sucesivas reformas neoliberales, incluso en los paises del primer mundo como Italia, España, Francia y recientemente Estados Unidos, donde se ha visto la peor crisis en años: los hospitales no están dotados de material suficiente (equipo humano, respiradores, camas, etc) para soportar tal pandemia. Los hospitales logran difícilmente soportar la cantidad alarmante de contagiados que necesitan hospitalización. El debate en Francia como en los otros, esta en el plano político ya: la CGT ha lazado hace un par de días un pre-aviso de huelga contra Macron pues este ha destinado jugosas partidas para ayudar a comerciantes y tímidas sumas, por no decir paupérrimas destinadas a los hospitales. En Colombia nuestro sistema de salud debilitado aún más por la Ley 100, está lejos de soportar una pandemia de tal envergadura. Y esa crisis ya la estamos viendo.
El segundo aspecto que está epidemia destapa es el asunto bélico, soportado por una « guerra comercial ». Si hemos seguido de cerca los acontecimientos políticos de los últimos dos años, podemos ver el conflicto creciente, entre USA y China por el liderazgo del planeta seguido de cerca por Rusia y la Unión Europea donde Inglaterra con su Brexit no se queda atrás. Esta guerra comercial se apoya en el militarismo: el acuerdo entre la OTAN y los USA para desplegar ejercicios militares en territorio Europeo comenzó durante febrero y marzo con la llegada progresiva de 37.000 soldados norteamericanos. Europe Defender 2020 tiene ahora el escenario perfecto de confinamiento generalizado en contexto de pandemia para realizar sus juegos de guerra. La pregunta que se hacen grupos pacifistas como GreenPeace entre otros es: ¿defender a Europa de quién?
El Presidente Macron el día que decretó el confinamiento obligatorio hasta el 25 de abril empleó al menos unas veinte veces en su discurso la expresión: Nous sommes en guerre! Y a las pocas horas aproximándose a la hora cero los parisinos filmaron desde sus celulares la llegada de material pesado de guerra. Vaya extraña coincidencia.
Otro hecho no menor, son las recientes, y para nada nuevas, declaraciones de Trump para esta vez si terminar con el régimen de Maduro. El General del Comando Sur ya dio órdenes de mover sus tropas cerca a las fronteras con Venezuela donde grupos de mercenarios paramilitares harían una primera incursión. Y el títere Duque obedece ladinamente.
Todo esto parecería el guión de un escenario perfecto para una buena película como las que fabrica Hollywood. Pero tan solo es una parte de la realidad. Quizá por eso pensadores como Agamben, Chomsky y ZIzek por citar tan solo algunos, con los que estoy de acuerdo, han visto con sospecha todo este asunto. En pleno contexto electoral donde el virus del socialismo se ha inoculado en el aséptico escenario político de la democracia gringa: el judio rojo Bernie Sanders ha despertado a los Halcones, que ven como una opción desplegar eso que reactiva la economía ya en crisis por cierto: la industria militar y de paso asegurar la reelección de Trump.
Como ven ustedes la pandemia hace ver cosas no tan evidentes. Quizá es el aspecto « positivo » de todo esto, donde la comedia una vez más se vuelve tragedia. Antonin Artaud tenía y sigue teniendo razón: « Los americanos, ese pueblo guerrero, no necesita obreros sino soldados para propiciar las guerras por venir ». Esto lo dijo el poeta y dramaturgo en 1947 en su famosa emisión radiofónica « Para terminar con el juicio De Dios » en la que insistía que ellos « ... crearían un virus, para inventar una nueva de Dios ». El arte una vez más, da pautas sobre la verdad del mundo. La Peste como Artaud dice en su ensayo « El teatro y la Peste » (1938) quizá sea nuestra aliada por extraño que parezca esta idea: "Pues si el teatro es como la peste, no solamente porque el actúa sobre importantes colectividades y que el sacude en un sentido idéntico, sino porque existe en el teatro como en la peste algo de victorioso y de vengativo. Este incendio espontáneo que la peste atiza por donde ella pasa, sabemos que no es otra cosa que una inmensa liquidación".
La Peste como en épocas pasadas, genera muertos basta con ver lo que el arte y la literatura desde San Agustin hasta Artaud pasando por Boccacio, Brughel entre muchos otros nos dan cuenta de ello. Incluso las obras de los médicos y encargados de salubridad como el Dr. Proust el padre del célebre escritor quien se inventó en la segunda mitad del siglo XIX el Cordón Sanitario (medida de urgencia) que aísla pestilentes y sanos que se aplica hoy eficientemente. Hoy como ayer la humanidad se enfrenta a una pandemia quizá esta la primera de orden comunicacional que la hace más mortífera.
Ya Armando Silva en sus imaginarios urbanos nos había narrado como en una ocasión en Bogotá buena parte de sus habitantes enfermaron asintomaticamente, con una especie de gripa luego de que la prensa propagara el rumor que el relleno sanitario de Doña Juana, era foco infeccioso. Cosa que obviamente es verdad, pero no hasta el punto de generar una gripa que enfermo de golpe a buena parte de los bogotanos. Lo que sí tenemos en claro, es que no podemos contagiarnos del miedo y el terror como pretenden los medios masivos de desinformación, pues eso es el primer camino para perder nuestra emancipación intelectual y nuestra libertad como ciudadanos.
Hoy como ayer esta pandemia traerá muchas muertes, y aún así tendremos que ser capaces de volver a tomar lo que quedo en suspenso en Chile, en Ecuador, en Colombia y Francia incluso en China. Tendremos que ser capaces de reinventar nuevas formas de resistencia antes de que sea demasiado tarde. Propagar la resistencia como una verdadera peste. Seamos el virus que aniquilara de una vez por todas el neoliberalismo.
Ya Armando Silva en sus imaginarios urbanos nos había narrado como en una ocasión en Bogotá buena parte de sus habitantes enfermaron asintomaticamente, con una especie de gripa luego de que la prensa propagara el rumor que el relleno sanitario de Doña Juana, era foco infeccioso. Cosa que obviamente es verdad, pero no hasta el punto de generar una gripa que enfermo de golpe a buena parte de los bogotanos. Lo que sí tenemos en claro, es que no podemos contagiarnos del miedo y el terror como pretenden los medios masivos de desinformación, pues eso es el primer camino para perder nuestra emancipación intelectual y nuestra libertad como ciudadanos.
Hoy como ayer esta pandemia traerá muchas muertes, y aún así tendremos que ser capaces de volver a tomar lo que quedo en suspenso en Chile, en Ecuador, en Colombia y Francia incluso en China. Tendremos que ser capaces de reinventar nuevas formas de resistencia antes de que sea demasiado tarde. Propagar la resistencia como una verdadera peste. Seamos el virus que aniquilara de una vez por todas el neoliberalismo.
Ricardo Arcos-Palma
Paris 30 de marzo del 2020.
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