FRANCIA CAMPEÓN MUNDIAL Y CON PROBLEMAS DE INCLUSIÓN SOCIAL
Hace veinte años la cosas fueron distintas: el gobierno de Jacques Chirac se rumoraba había comprado la copa mundo. La victoria de Francia sobre Brasil en la final y su llegada dudosa a este partido decisivo puso un manto de duda sobre la transparencia del futbol. Francia en ese momento tenía graves problemas de integración social con los franceses "issus de l'inmigreation" (salidos de la inmigración) en su mayoría de origen africano y árabe. El sentimiento de unión nacional al ganar la copa se ve reflejado y encarnado en Zidenide Zidane. Un francés con nombre extranjero que recuerda sus orígenes árabes. En este momento 1998, Chirac logra lo inimaginable: la unión nacional de un país, que desde siempre desdeñó esta importante franja de su población. Los grandes excluidos por primera vez se sentían franceses. Este sentimiento lo verifiqué yo mismo, cuando yo era profesor en la Academie de Créteil: varios de mis estudiantes se decían: argelinos o de magret, incluso nigerianos siendo que ellos eran la segunda generación de inmigrantes en suelo francés.
En los años siguientes el pacto social parecía deshacerse poco a poco. Gobiernos de derecha Chricac, Sarkosy, que acentuaban políticas sociales y el fantasma de la extrema derecha Le Pen y su hija que se apoyaban en una política naconalista anti-inmigración agudizó el conflicto social. Un falso gobierno socialista como el de Hollande terminó por sepultar la ilusión de la integración. Varios de estos jóvenes se inclinaron por un islamismo radical y otros simplemente manifestaron su violencia en las banlieus o zonas periféricas habitacionales lejos de los grandes centros como París, que parecen más ghettos que otra cosa.
A esto se suma la gran influencia judía en los sucesivos gobiernos y grandes medios de comunicación que han zanjado una gran brecha entre los franceses (beurt) árabes et (noirs) africanos. La fractura social parece instalarse. El nuevo gobierno de Macron absolutamente neoliberal parecía querer aprovechar tal y como lo hizo Chirac hace veinte años, el triunfo de la selección. Se le vio abrazar a esos "negros" franceses y árabes. Pero el máximo goleador francés al momento de estrecharle la mano le voltea la cara. Un gesto muy importante que es interpretado por la juventud que ha estado en huelga desde antes de Macron y que ha sido fuertemente reprimida por la polícia. De hecho hace cinco días un joven de banlieu fue asesinado por la polícia que cada vez está llena de componentes fascistas.
La celebración del triunfo de la selección fue total pero más aún por esos hijos de inmigrantes que en los últimos años han sido estigmatizados. Pero la famosa Avenida de los Campos Eliceos parecía no estar hecha para ellos. Aún así, llegaron en multitud y gritaban: "Nosotros somos la Francia", "Nosotros somos París". Esas arengas puso los pelos de punta a la polícia que comenzó a gritarles "Largo de Aquí" y luego sobrevino la represión con gases, matracas y hasta heridos de gravedad y numerosas detenciones.
El futbol deja ver muchas tensiones de orden social. La rentrée (regreso de vacaciones) en Francia estará muy caliente. Macro y su política neoliberal no logró sacar provecho de este triunfo de la copa mundial de futbol. Los jóvenes de ahora que quizá nacieron justamente hace veinte años o eran muy niños en ese momento, han visto una fragmentación social acentuarse. El triunfo de la selección de futbol no es del gobierno es de ellos. Y lo seguirán haciendo sentir.
Ricardo Arcos-Palma
17 de julio del 2018.
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