CARTA ABIERTA A EDUARDO ESPARZA. Guardar silencio hubiese sido menos estúpido, en su caso.


GUARDAR SILENCIO HUBIESE SIDO MENOS ESTUPIDO, EN SU CASO.
CARTA ABIERTA A EDUARDO ESPARZA.

Con sorpresa me encontré con su texto titulado: “Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez”. Pero mi sorpresa aumentó con ver el tono insultante; y lo peor que haya sido publicado en la sesión “Actualidad” del portal web del Centro de Memoria Paz y Reconcialiación, una entidad gubernamental. Ante el silencio de dicha entidad frente a un derecho de réplica en las mismas condiciones en que aparece su texto y frente al silenciamiento de varios comentarios que deberían publicarse, siguiendo su texto en el mismo portal, me veo en la obligación de escribir esta carta abierta y pública. Así hallamos discutido ampliamente en el portal web de facebook Crítica Pública sobre este asunto.

Dentro de todas las estupideces que Usted, señor Esparza dice en su texto, solo debatiré algunas:

1.     No veo por qué soy objeto de sus ataques si en realidad fuimos tres jurados del  Salón de Arte de Anapoima 2014 en el cuál usted participó: María Elvira Ardila (Curadora del Museo de Arte Moderno de Bogotá) Karla Melo (Periodista y  gestora cultural directora de www.lasalomonica.com) y quien escribe esta carta. Centrar todo su veneno en mi nombre me despierta ciertos interrogantes. ¿No veo por qué razón usted me hace centro de sus ataques? ¿Tanto poder tengo yo para incidir en los otros dos jurados y en los organizadores del salón? ¿Tanto le molesta mi lugar en el contexto del arte local e internacional? Enfin no entiendo por qué me hace blanco de sus ataques.

2.     Sus señalamientos son injuriosos y calumniosos pues afirman, lo cito:
"Ya los señores Ricardo Arcos Palma y Lucas Ospina nos tienen acostumbrados a su duelo diarreico, en su disputa por cooptar los pocos trabajos que se generan desde las entidades que apoyan proyectos culturales, les encanta el lucro y están donde están las becas del Ministerio, donde hay premios considerables en los salones de artistas. Entonces son jurados, gestores culturales, críticos de arte, curadores y artistas cuando les toca; a ellos les cae como anillo al dedo, la instalación premiada con una mención de honor de los “chulos cenando” de Elberto Pinto."
Esto es absolutamente falso, desde que he sido contradictor de las políticas ministeriales de los anteriores gobiernos, incluso del Ministerio de Cultura, no trabajo con ellos, ni he sido beneficiario de sus ayudas económicas bajo ninguna figura. Lo invito a demostrar lo contrario con pruebas. Por lo tanto vincularme a esto y compararme con el artista Lucas Ospina al respecto, me parece más que atrevido, cuando yo mismo he denunciado estas prácticas clientelistas en otros momentos.

3.     Sus  palabras y ataques hacia el primer premio del Salón de Anapoima ganado en franca lid por la artista Teresa Currea, me parecen desproporcionados e irrespetuosos. No creo que un(a) artista por joven que sea, merezca ser tratado(a) como usted lo hace; lo cito: “una joven artista alienada y manipulada.” Su juicio es bastante temerario y no genera sino desconfianza en sus palabras que solo demuestran frustración y envidia de parte suya; ¿cómo es posible que un artista “veterano” como usted se define, un “maestro” pensaríamos nosotros, se refiera a un artista joven de esta manera? El maestro se hace con los años. Este no parece ser su caso, ¡qué vergüenza!

4.     Finalmente lo invito a estudiar un poco sobre arte, pues al parecer usted confunde un buen dibujo como el de Teresa Currea ganadora del salón, con una instalación. Y de paso leer un poco sobre arte conceptual, para entender que eso no fue precisamente lo que se premió.

Le recuerdo que soy defensor del arte de calidad. No me interesa para nada una técnica en particular, ni la barba o las pecas del artista. Para mi una excelente obra de arte es aquella que es capaz de interrogar el presente, dialogando con el pasado; que hable de nuestro contexto y lo haga con un lenguaje contemporáneo. Entiendo lo contemporáneo no como una moda sino como un asumir el presente aquí y ahora. Si desea (y tiene la capacidad) para ver mi definición de lo contemporáneo, que para nada tiene que ver con esa disputa entre lo moderno y lo contemporáneo puede consultar el siguiente texto: Conceptos sobre lo contemporáneo. 

Usted comienza su pasquín llamando al diálogo que debería ser natural en nuestro país sobre todo por la coyuntura actual en la que nos encontramos, donde el otro se elimina así como así por el hecho de pensar y actuar diferente. Pero con estupideces como las que usted dice no se puede entablar un diálogo. Al respecto le recomiendo el programa que inauguramos en Canal Capital hace ya un buen tiempo titulado, qué paradoja vea usted "Diálogos" y resalto la idea del disenso que nuestro invitado Jacques Rancière, en esa ocasión puso sobre la mesa. Disentir es importante, en este sentido bienvenida las diferencias y los distintos puntos de vista. Pero los ataques injuriosos y calumniosos como el suyo no contribuyen para nada a este disenso donde pensar diferente y actuar es importante. Ahora me pregunto con sospecha: ¿cómo es posible que usted se ponga la embestidura de “los artistas plásticos”? ¿De qué artistas plásticos habla? Es un poco pretencioso asumir la vocería de LOS artistas plásticos. Espero su veteranía lo haga entrar en razón y lo persuada en un futuro de no participar en un certamen donde participen excelentes artistas y jóvenes artistas, esto para proteger su salud mental. En verdad, en su caso, guardar silencio, hubiese sido menos estúpido.

Ricardo Arcos-Palma
Bogotá, enero del 2014.


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