Para nadie es un secreto el papel que ha desempeñado el Vaticano en la política mundial. Desde su cercanía a los Reyes en pleno Medioevo, hasta la época contemporánea pasando por la Contra-Reforma, donde se puso en marcha una gran "empresa" mediática que logró su máxima expresión en le movimiento cultural de el Barroco con un arte de propaganda religiosa que no solamente pensaba ganar adeptos sino también matener en la sumisión total a una enorme población, como sucedió con los indígenas en la América colonial, donde se les prometía el cielo rodeados de ángeles y querubines pero haciéndoles vivir un infierno aquí en la tierra y por supuesto para así asegurar la explotación de sus riquezas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el silencio del Papa Pío XII (Giovanni Pacelli), frente al genocidio del pueblo Judío, Gitano y los activistas comunistas a manos de los nazis, fue muy significativo y duramente críticado. Pese a todo la iglesia con su silencio se hizo cómplice de este genocidio pues nunca supo apartarse de ese lado oscuro que fue el fascismo italiano, el nazismo y el franquismo.
Pío XII con Franco y Hitler
En la época de postguerra, cuando los jóvenes se levantaban contra la guerra de Vietnam y hacían un llamado a hacer el amor y no la guerra, cuando cientos de estudiantes protestaban en París, en México y en Praga, cuando en América Latina, la influencia de la Revolución Cubana era una realidad, luego se instalan una serie de dictaduras militares en el continente y el Vaticano guarda silencio; el Papa Pablo VI se ve en la dificil tarea de tratar "de enderezar" esa franja de la iglesia disidente que había acogido la Teología de la Liberación y su cercanía al socialismo y el comunismo. Su visita a Colombia en 1968 es muy significativa pues en Bogotá se celebraba el Congreso
Juan Pablo II y Lech Walesa
Juan Pablo II con Pinochet (Chile) y con el Mora Rangel (Colombia)
Entre los más cercanos seguidores del Papa Pablo VI, a quienes él mismo les asignó la proclamación cardenalicia encontramos a: Albino Luciani el 15 de agosto de 1973, quien se convertiría en Juan Pablo I el 26 de agosto de 1978 y quien duró tan sólo 33 días en el papado tras una muerte misteriosa dictaminada por un infarto; Karol Józef Wojtyła el 26 de junio de 1967, quién tomaría el nombre de Juan Pablo II el 16 de octubre de 1978; y Joseph Aloisius Ratzinger el 27 de junio de 1977, electo Papa el 19 de Abril de 2005 bajo el nombre de Benedicto XVI. No olvidemos que Juan Pablo II segundo jugó un papel fundamental para la desintegración de la Unión Soviética en su apoyo al movimiento Solidaridad y a su lider católico el obrero Lech Walesa y esta estrategia la comenzó el Sumo Pontífice con su natal Polonia. Su visita algunos dictadores como Pinochet no era propiamente para hacer arrepentir a estos de sus asesinatos sino para ratificar de una u otra manera el papel de la Iglesia en la política mundial. Cuando visitó a Colombia en pleno proceso de paz con las FARC y el Gobierno de Belisario Betancourt se encontró con militares como Mora Rangel el hombre duro contrainsurgente y fue en esa época que se orquestó el plan de exterminio de la Unión Patriótica. Benedicto XVI, como hizo también su predecesor, intento hacer lo mismo en Cuba pero no pudo, pese a sus frecuentes visitas a la isla de los barbudos, pues en la isla hay un sincretismo religioso y político que el mismo Chavez puso en marcha en Venezuela: socialismo y catolicismo.
El Cardenal Bergoglio (Papa Francisco) con el dictador Vilela (Argentina)
Tampoco es un secreto que el actual Papa Francisco, tenía una cercanía con el militar comprometido con asesinatos y desapariciones Rafael Vilela en Argentina durante la famosa Operación Cóndor orquestada por la CIA. La Asociación de las Madres de La Plaza de Mayo, han denunciado al cardenal antes de ser Papa, en su papel de la desaparición de bebes hijos de opositores políticos, que fueron dados en adopción tras haber nacido en cautiverio, tal y como sucedió en la época del dictador Franco en España. Su postura "moderada" y casi "socialista" como dicen algunos expertos, le alejará de su antecesor Benedicto XVI destituido (algo inédito en la historia del Vaticano pues los Papas salían por muerte natural o por extrañas circunstancias), por su postura extremadamente ultraconservadora.
Todo hace suponer que la elección de este nuevo Papa tiene un claro objetivo político: frenar los avances democráticos del llamado Socialismo del siglo XXI, que ha creado una nueva alianza con la iglesia tratando de recuperar una visión más cercana, una vez más a la Teología de la Liberación donde la idea de justicia social es la esencia de ese movimiento. Este Papa que se ha caracterizado por tener posturas extremadamente conservadoras, sin duda va a jugar un papel capital frente a Cuba y los países progresistas del continente. El Vaticano se convertirá en el lugar predilecto de los gobernantes de derechas en América Latina y USA que sueñan con que este continente vuelva a la época colonial, donde los suelos se explotaban para enriquecer a Europa, donde los creyentes corderos de Dios, eran la mano de obra más barata, como sucedió en las minas de plata de Potosí, y en las grandes plantaciones de azúcar y algodón del resto del continente...
No nos extrañemos que veamos a los más reaccionarios de los políticos de algunos países América Latina, besándole el anillo al Papa (por ejemplo nuestro odiado Inquisidor-Procurador), para que intervenga en los asuntos políticos de nuestros países. Amanecerá y veremos como dicta el adagio popular.
Ricardo Arcos-Palma.
Bogotá D.C. Barrio Pablo VI, 15 de marzo del 2013.
Fidel Castro y Benedicto VI el papa que "renunció" por presiones políticas internas del Vaticano.
Juan Pablo II y Fidel Castro.
Obama y el Papa Francisco
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