Vistazo Crítico 37 : Lorena Zilleruelo: exhumación de una historia.
Hace unos días se inauguró en la galeriea Bref en París, la exposición Memoria de los libros (exhumación de una historia) instalación de l’artista Lorena Zilleruelo, que forma parte de la generación de los artistas nacidos en los años 70 en Chile, quien hace parte del grupo que he demonimado Los Otros Realistas, junto a Martín Roa, Claudio Correa, Raúl Naranjo, Ana Adarve, María José Arjona, Gustavo Sanabria, Orlando Salgado, Fernando Pertuz y Erika Mabel Jaramillo. Su obra se inscribe perfectamente dentro de lo que he denominado esa otra realidad, que hace del arte una actividad inscrita dentro de la esfera histórica, sin descuidar el presente. Esta es una obra con claras influencias minimalistas, que nos remite à un lugar y momento determinado: la dictadura militar luego del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile. La obra interactua con el espectador de una manera muy contundente, pues en este caso no es el espectador que interactúa con ella.
Llegamos al espacio donde encontramos la obra y, vemos una imagen vídeo que se repite en círculo, trabajada a partir de archivos: vemos una procesión de soldados con una cantidad de libros en sus manos. De donde vienen? Qué hacen con tantos libros en sus manos? Una llamarada nos muestra que ellos no son propiamente amantes de los libros, ni siquiera lectores desprevenidos. En la pantalla, unas frases-testimonio desfilan, como para evitar que la memoria desaparezca. En realidad este hecho muy frecuente durante la dictadura militar, muestra como en casos extremos, el poder y la ignorancia de la derecha, le teme a los libros, como símbolos del saber. Es ya anécdota conocida, el como los militares en Chile, quemaban todo lo que les sonaba a subversivo: así, quemaron no solamente muchos libros de pensamiento progresista, sino también libros que hablanban del Cubismo (por una amalgama curiosa con Cuba) y de manuales de ingenieria sobre el "cemento armado" y la "Revolución Industrial" entre otras confusiones impresionantes.
Esta imagen vídeo, flota en un silencio visual dado por la disposición de las sillas y el color blanco. Las sillas dispuestas de varias maneras, llenan el espacio. No se oye nada, solamente se ve la imagen de la quema de los libros. Luego las sillas nos invitan a sentarnos y de pronto un murmullo, que sale del espaldar. Nos acercamos y encontramos unos relatos en voz muy baja. Relatos individuales que nos hablan de ese instante trágico de la historia colectiva del país. Cada silla, es una historia. Por lo tanto hay que permanecer allí sentado para escuchar testimonios como esté:
“Tu me preguntas en que momento me dí cuenta de la importancia de los libros. Yo creo que me dí cuenta de la importacia de esto cuando ví por primera vez una película que hablaba del fascismo pues en esa película los soldados alemanes detruían y quemaban todo tipo de literatura que hablara de ideologías contrarias a las de ellos. Pues en Chile era casi igual cuando comenzaron los allanamientos en Chile todos aquellos libros que hablaran de política o mencionaran la palabra comunismo o de revolución los destruían es... esta la manera en que se refleja el fascismo así que por eso teníamos que protejer estos libros y también para protejernos nosotros, pues (...) Yo debería tener entre cien o docientos libros ya que yo era encargado de la educación política en mi población (...) Yo fuí detenido por tenencia ilegal de armas : por esta acusación fui brutalmente reprimido y torturado. Para que yo entregara estas armas que supuestamente yo tenía y que alguién dijo que yo había escondido (fui delatado por un familiar) yo tuve que entregar mi escondrijo de libros los cuales me salvaron la vida porque los militares creían que el escondite eran armas... Me llevaron en una camioneta hasta la población para recuperar el econdrijo, los escuché a los militares llamando por radio … « aquí águila llamando a condor allanamiento positivo » Pero las armas eran una hermosa colección de libros Quimantu… que nunca más veré".
Existe una aparente contradicción entre el confort de las sillas, donde uno prodría dormirse sin ningún problema y, la serie de relatos que crean una especie de tensión con la imagen vídeo. Los relatos acentuan el dramatismo de la imagen. Hablando con la artista, ella insiste en la idea de la transmisión oral, como último refugio de la palabra, en condiciones donde la palabra impresa, no tiene salida. Además, la transmisión oral fue una manera de guardar y preservar la memoria:
“Mi infancia –dice la artista-, como la de muchos otros, estuvo marcada por relatos como éstos, siempre contado en voz baja. A travez de una instalación sonora, el visitante puede escuchar y sumergirse en un estado de reminiscencia. Con una lectura íntima, en un espacio colectivo y una memoria común.”
Todo este dispotivo en un silencio absoluto... como si el silencio siguiera siendo el único aliado posible de la memoria, en momentos donde la palabra (textual y hablada) se vío confrontada al autoritarismo. La obra de la jóven artista Lorena Zilleruelo es una obra que apenas comienza a desplegarse, pero lo hace con un paso firme dentro del complejo mundo del arte contemporaneo. Una obra a tener en cuenta.
Ricardo Arcos-Palma
París 6 de abril del 2005.
Comentarios
Felicidades Lorena, la obra me ha dejado estupefacto.