Vistazo Critico 155: La critica miope de Jorge Penuela sobre Fragmentos.


CRITICA MIOPE O EL SINDROME DEL Dr. YEKYLL Y Mr HYDE.

Vistazos Criticos sobre la critica a mi juicio desproporcionada de Jorge Peñuela a Fragmentos de Doris Salcedo. Me parece no solamente desafortunada sino injusta. Jorge tiene varias objeciones que me parecen preocupantes.
Primero Jorge firma tajantemente que "Fragmentos hace trizas los acuerdos de paz." Esto no solo es injusto sino también aberrante, sobre todo cuando sabemos que la expresión "hacer trizas los acuerdos", fue expresada por uno de los ideólogos del Centro Democrático partido fascista. Por mas que él esté en desacuerdo con la obra de Doris o no le guste a Jorge, no creo que a la artista que lleva mas de tres décadas trabajando sobre el tema arte y violencia se la pueda poner en el mismo nivel de los enemigo de la paz.

Segundo habla del "buen gusto londinense" que es incomprendido por ellos quienes no hacen parte del Mainstream. Mas que buen gusto si es una estética propia del arte contemporáneo que se le escapa a Penuela pues todos sabemos es un acérrimo enemigo del arte contemporáneo. Su incapacidad a comprender el 

régimen estético de la contemporaneidad le hace confundir una expresión artística de la actualidad con un cierto arte nacional; el arte contemporáneo es transnacional e universal; craso error seguir viendo el arte en términos nacionalistas.
Tercero, afirma que el premio Fragmentos se creo para rendirle culto al artista individualista en clave economía naranja. Otro desatino. Fragmentos si tiene una virtud, es que se convirtió en un lugar de exhibición de arte contemporáneo y de eventos que tengan que ver con asuntos de la paz. Hasta ahora solo hay dos proyectos que se han podido ver, por lo tanto es muy apresurado hacer un juicio tajante de afirmar que allí solo hay economía naranja: "Antibalas" de Felipe Arturo y "Duelos" de Clemencia Echeverri. Ambos proyectos a mi juicio de gran valía. El otro proyecto ganador que esperamos ver es del  Ana Maria Millan  de gran trayectoria que sin duda también hará una excelente labor. 

Sobre el cuarto punto no comentaré pues confunde aun mas. 
El quinto punto es igual de injusto. Vuelve a poner a Doris Salcedo del lado de los enemigos fragmentos reproduce un discurso del triunfo de los vencidos. Y el sexto punto insiste sobre que la paz no necesita otro premio de arte contemporáneo. Aquí quizá podemos estar de acuerdo siempre y cuando se clarifique que buena parte de las obras que ahí se exhiben no tienden precisamente a lograr la paz. Eso es un un absurdo sin proporciones. Al arte no hay que pedirle lo imposible. La paz con justicia social, tiene que lograrla el Estado. El arte solo puede dar cuenta de lo complejo que es esto. 
En fin, cuando veo a Jorge Peñuela que defiende las luchas LGTBI, que es un abanderado de lo Trans y se ha destacado por ser un impulsor de La noche de las luciérnagas, no puedo entender esta falta de coherencia al empecinarse en atacar un espacio (Fragmentos), y una artista (Doris Salcedo), y de paso al arte contemporáneo. Es decir por un lado es emancipador y por el otro extremadamente conservador. Al criticar de esa manera Fragmentos y a Salcedo, deslegitima el lugar que ella ocupa como asesora en la Comisión de la Verdad y con esto estimado colega no podemos estar nunca de acuerdo.


Ricardo Arcos-Palma

Paris, 29 de junio del 2020.


Aquí puede consultar el sitio web del Museo Nacional sobre Fragmentos.

A continuación reproducimos el texto de Jorge Penuela publicado en Facebook.. 

Fragmentos: vuelve y juega. 

El Espectador publica un artículo más acerca del Premio de Arte Contemporáneo Fragmentos, un espacio privado financiado con recursos públicos para rendir culto al artista empresario. 

No sabemos a qué intereses responde el artículo encargado a El Espectador. Pareciera que está dirigido a mostrar que solo el Espacio Fragmentos tiene alguna relevancia para conmemorar los Acuerdos de Paz con las Farc-Ep.

En efecto, la periodista nos informa para cumplir con los propósitos con los cuales cumple la prensa colombiana: desinformar. Por medio de una pregunta retórica la periodista muestra que no sabe de qué está hablando y que solo está interesada en pegar de manera aleatoria un conjunto de datos sin analizar. Esto es muy grave, pues, se trata de un asunto muy sensible tanto para la política colombiana como para el arte contemporáneo.

Me llama la atención la cita de Salcedo, a propósito de la relación que la artista establece entre armas (un dato fáctico) y el concepto contramonumento: las armas (...) “imponen una violencia dura a la población civil. Frente a las armas el habla no existe, entonces lo que quería era que todo aquel que visite el espacio se pueda parar sobre ellas y borrar la jerarquía que imponían”. A pesar de que la reflexión es ingenua, bien pensada puede ser usada para hablar de otra manera acerca de Fragmentos: precisamente, es esto lo que hace la estética de Fragmentos, silenciar por medio de un dispositivo de poder amparado por el Ministerio de Cultura.

Recojo una vez más mis objeciones a Fragmentos. Por varias razones, Fragmentos contribuye a hacer trizas los Acuerdos de Paz con las Farc-EP: 1) porque su lógica estética es excluyente y sectaria, 2) porque ese "buen gusto" londinense no es entendido por quienes no nos interesa hacer parte del Mainstream para el cual está diseñado el Ministerio de Cultura, 3) porque se creó para rendirle culto al artista individualista que promueve la Economía Naranja, 4) porque solo la clientela habitual del Ministerio de Cultura puede participar de sus coimas, 5) porque deja claro que los insurgentes ( o como dicen los del Centro Democrático, los bandidos), fueron sometidos. 6) porque lo que Colombia necesita hoy para lograr la paz no es otro Premio de Arte Contemporáneo para honrar la memoria de las elites comerciales, estéticas y sociales de este país. Y, por supuesto, quedan aún más razones en el tintero...

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