Vistazo Crítico 70: Juan Camilo Arango.


ANTICIPACION/SUPERVISION: Vistazo Crítico a la obra de Juan Camilo Arango.

La obra de Juan Camilo Arango, expuesta hasta el 4 de julio en el Museo de Arte de la Universidad Nacional de Colombia, es una reflexión constante sobre lo que es la muerte y la vida misma. Pero en su reflexión eminentemente plástica, la muerte no es una tragedia sino más bien un canto a la vida; tal vez de la manera como sucede aún en varias culturas. Cuando el artista estaba estudiando en Londres frecuentaba un cementerio cercano y se dio cuenta que había una especie de silenciamiento de quietud. De esa experiencia surge un vídeo (Supervisión) donde vemos una escultura funeraria. Ese vídeo filmado en cámara fija donde se puede ver el azul del cielo; esta imagen semeja una fotografía y una pintura. Pero tal impresión se ve rota cuando vemos pasar en lo alto un avión. En otra de sus obras (Indómitos) vemos una proyección vídeo realizada a partir de la obra plástica pictórica. Juan Camilo Arango es ante todo un pintor que reflexiona sobre la muerte de la pintura y sobre su relación con lo humano. ¿Qué es la permanencia? ¿Qué es lo que perdura? Preguntas como estas parecen surgir de sus obras.

En Indómitos vemos el proceso de sus pinturas realizadas con esmaltes a la manera de action-painting, pero esas pinturas no se exhiben. Lo que se exhibe es un registro de esa materialidad que ya no lo es. Una especie de halo espectral donde todo signo de vida parece haber quedado sepultado en el recuerdo. ¿Pero acaso es no es la muerte? Sus pinturas espectrales han desaparecido y solo comienzan a habitar un espacio mudo y silencioso sumergido en una penumbra.

A propósito de esta obra, el crítico de arte Eduardo Serrano decía: “No sobra recordar que la muerte de la pintura se ha proclamado cíclicamente desde la aparición de la fotografía a mediados del siglo XIX, pero que ésta ha revivido invariablemente con nuevas prácticas y objetivos y como contexto para la expresión de ideas y apreciaciones desconocidas”.


En este sentido, podríamos afirmar que Arango sigue pintando, pero con luz. Los espectros de sus pinturas intentan adherirse a la superficie lisa de la pared y logran instalarse por un instante, pero el constante movimiento hace que su pintura flote en el aire. Esta obar es el punto de partida de Anticipación, donde entramos en un tunel como si se tratara de un rito de paso, o iniciático, y nuestro cuerpo se mezcla con el espectro pictural: nuestra sombra ahora hace parte de la obra y nuestro cuero es puro soporte de la pintura.. Al atravesar el tunel vemos como nos espera una puerta luminosa y de pronto nos encontramos en un gran espacio donde hacemos parte de una gran pintura... alguien el día de la inauguración luego de experimentar la obra mencionaba lo siguiente: era como meterse dentro de una pintura a la manera de Kurosawa en su película Sueños.



Juan Camilo Arango, Germán Arrubla y Juan Carlos Guerrero.

En realidad Anticipación / Supervisión es una obra en movimiento, performática que se va elaborando. Es un cuestionamiento a la tan anunciada muerte de la pintura… quizá no sea una muerte sino más bien una transformación de algo fijo y seco a algo móvil y volátil. Una pintura que puede adherirse a nuestra piel por unos instantes mientras ingresamos en esas instalaciones vídeo. Daniel García Roldán en su libro “Pintura Colombiana Contemporánea” afirma: “Acompañado por la música experimental y el cine, la pintura de Arango no parte solo de un concepto, sino desde la experiencia. De ahí proviene la importancia que otorga al momento mismo de la producción, aproximándose al terreno del performance, y luego al efecto químico de los materiales; esto implica una práctica siempre cambiante de manipulación y espera. Con sus reacciones, combustiones y metamorfosis, los cambios en la materia funcionan de manera análoga al proceso inconsciente que guía su obra.”

En suma, Juan Camilo Arango logra llevar al Museo de Arte una reflexión –palabra entendida en su doble acepción como capacidad del pensamiento y como fenómeno físico y luminoso -, plástica y estética que interroga de frente la muerte de la pintura. Esta exposición podría ser un réquiem por la pintura, pero sin admitir que ella ha muerto, solo aceptando que hay una transformación. En este sentido su posición es muy cercana a la de Miguel Angel Ríos quien expuso en Distopía hace unos meses, quien afirmaba "yo soy un pintor... que utiliza el vídeo como medio de expresión".

Ricardo Arcos-Palma. Museo de Arte. Mayo 26 del 2009.

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