Michaux denigró al Ecuador.
Por Rocío Durán-Barba.
(París-Ginebra)
Ha empezado 2008. Y, lo ha hecho, con esa cierta esperanza que suele despertar el inicio de un año. Esta mañana me disponía a escribir algo con ese ánimo, pero me encontré con una noticia más bien sorprendente.
En la ciudad ecuatoriana de Guayaquil se ha organizado un evento, para este mes de enero, en torno a un señor que odió al Ecuador y lo denigró. Se trata de una «exposición documental» que propone un acercamiento para admirar la vida y obra de Henri Michaux, acompañada de 24 afiches.
Michaux escribió Ecuador, después de visitar el país acompañado del poeta Alfredo Gangotena. En el curso del viaje, redactó unas crónicas que fueron publicadas en
El tema me hincó durante mucho tiempo, durante el cual me dediqué a almacenar información y estudiarlo, ya que Ecuador es muy difundido. Cuenta con múltiples ediciones, y es la mayor referencia internacional del país. Ha sido traducido a varias lenguas y, hace pocos años, al inglés, con lo cual consiguió circulación mundial. Esto me llevó a escribir Ecuador el velo se levanta, en cuyas páginas Michaux vuelve a la vida. Es una novela divertida, en la que una ecuatoriana va enloqueciendo presa del delirio de defender la imagen de su patria y compatriotas; lleva nuestro humor y, ante todo, un mensaje de hermandad y optimismo. El libro reivindica la belleza de mi país; pero, además, da a conocer el texto de Michaux: sus conceptos peyorativos y descripciones denegridas que nos dedicó. Esta es, en realidad, una de las ambiciones del libro: llevar al dominio público lo que fue capaz de escribir este autor sobre el Ecuador y los ecuatorianos –ya que cuando se editó en francés sólo llegó al reducido círculo que hablaba la lengua gala, dejándolo paralizado–. Personalmente, me resulta incomprensible se le haya rendido y se continúe rindiéndole homenaje en nuestro suelo.
Comentarios
José Peña
Pero usted, que además es escritora, fue capaz. Lo que derrumba toda mi argumentación.
Cordialmente
Ernesto Camacho
Le invito a “conocer algo” sobre mí. Sírvase visitar mi página web www.rocioduranbarba.com para que tenga una idea de mi recorrido.
Por lo que toca al escritor Michaux, le he dedicado más de quince años de mi vida, en los que he recogido testimonios y documentación. Conozco su obra, y su libro Ecuador palabra por palabra. Si usted es ecuatoriano, no creo que este tipo de párrafos le dejen indiferente:
«El Ecuador es pobre y pelado.
¡Con jorobas! y la tierra color de magulladura
O negra como la trufa.
Los caminos menguados, bordeados de plumeros.
Arriba el cielo es fangoso...»
(Traducción discutida y revisada con Claude Couffon. ¿Conoce este nombre o tampoco tiene idea de quién se trata?)
Estoy casi segura que el contenido de este libro no lo conoce la mayoría de los ecuatorianos ni saben del daño que le ocasionó a nuestra tierra, ya que quienes conocieron Ecuador a través de su obra, no tuvieron nunca deseos de visitar a "tan nefasto lugar" como lo describía este autor.
Michaux fue invitado por el poeta Alfredo Gangotena -quien vivía en París – a conocer su hermosa patria en el año 1927, y él “agradeció” las atenciones del poeta, la hospitalidad de su familia, y la amabilidad de los ecuatorianos, con un libro lacerante, despectivo y oscuro. Así se refiere Michaux a nuestro país en su libro: “Te saludo, pese a todo, país maldito, Ecuador. Pero eres salvaje a mas no poder, región de Huigra, negra, negra, negra, provincia del Chimborazo, alta, alta, alta los habitantes de los altiplanos, numerosos, severos, extraños...”
Otra referencia:
“El Ecuador es pelado… el Ecuador es negro como la Trufa …Quito es la misma asfixia … …el cielo es fangoso …de 1´000.000 de espectáculos hay 999.000 mal hechos”
Roció Durán-Barba enfrenta una vez más al autor y su “obra”, ya lo hizo en su libro, (necesario de leer) y ahora en este artículo que debería servirnos para despertar ese sentimiento de nacionalidad que tanta falta nos hace, antes que andar defendiendo y sobrevalorando lo foráneo que a veces ni siquiera conocemos pero aún así defendemos.
Siomara España
Ello es obvio. No sólo del tipo de estilo que se gasta en sus múltiples obras - tan numerosas como faltas de sustancia - sino, por sobre todo, por la clase de argumentos que propone en el caso de Michaux.
Básicamente Durán Barba está utilizando a Michaux como pretexto para presentarse como la defensora del Ecuador. El meollo de la cuestión reside en que el Ecuador no necesita de tal defensa. Aún menos cuando la tal "defensa" viene de alguien que, claramente, no posee ninguna capacidad crítica o de investigación para desarrollar un argumento coherente.