Sin duda alguna la palabra crítica está vinculada al espacio abierto y público, al "âgora" y al "âgon". Esto determinada su apertura a las diferentes voces que deben componer toda crítica. Es muy frecuente encontrar en nuestro medio, la crítica de arte ejercida por un sólo individuo, quien generalmente está vinculado a instituciones, diarios, o revistas culturales. Esto implica, claro está, una cierta polarización de la mirada crítica frente a los intereses que se desprenden de tal relación de dependencia. La objetividad de la mirada crítica entonces, se ve viciada por tal relación de interdependencia.
Ahora en estos tiempos de ligerezas verbales, donde se anuncia la muerte de la crítica (además nada de extraño cuando sabemos que lo público está en vias de extinsión), es necesario repensar lo que significa la crítica. Pero quizá no sea la crítica "tiránica" ejercida con poder por un individuo, sino más bien, la crítica crítica, que está compuesta por varias voces y miradas críticas.
Sólo así podrá generarse un verdadero espacio crítico, y por ende abierto y público, es decir expuesto a las otras voces críticas, pues en últimas la esencia de la crítica es su exposición a ella misma. De lo contrario se convierte en simples comentarios.
Ahora bien, si damos por sentado que la crítica no existe o ha muerto como se dice por ahí, con cierta arrogancia, y que más bien se ha amalgamado con "la curaduría-crítica" y "la obra de arte-crítica", habría que preguntarse si tal amalgama, no termina desvirtuando el verdadero ejercicio crítico, para imponer de nuevo una figura "tiránica" de la crítica.
En resumen, creo conveniente que repensemos el espacio de la crítica, para así poder configurar una crítica crítica, consecuente por supuesto con lo público.
Ricardo Arcos-Palma
24/11/05
Ahora en estos tiempos de ligerezas verbales, donde se anuncia la muerte de la crítica (además nada de extraño cuando sabemos que lo público está en vias de extinsión), es necesario repensar lo que significa la crítica. Pero quizá no sea la crítica "tiránica" ejercida con poder por un individuo, sino más bien, la crítica crítica, que está compuesta por varias voces y miradas críticas.
Sólo así podrá generarse un verdadero espacio crítico, y por ende abierto y público, es decir expuesto a las otras voces críticas, pues en últimas la esencia de la crítica es su exposición a ella misma. De lo contrario se convierte en simples comentarios.
Ahora bien, si damos por sentado que la crítica no existe o ha muerto como se dice por ahí, con cierta arrogancia, y que más bien se ha amalgamado con "la curaduría-crítica" y "la obra de arte-crítica", habría que preguntarse si tal amalgama, no termina desvirtuando el verdadero ejercicio crítico, para imponer de nuevo una figura "tiránica" de la crítica.
En resumen, creo conveniente que repensemos el espacio de la crítica, para así poder configurar una crítica crítica, consecuente por supuesto con lo público.
Ricardo Arcos-Palma
24/11/05
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