Vistazo Crítico 15: William Eggleston, el silencio del color.



William Eggleston: El silencio del color.

Existe una característica en la fotografia de William Eggleston: es lo que yo he llamado el silencio del color. Sus fotografias desde los años 60, se cargan de una atmosfera particular, no solamamente porque ellas incursionan en el color -Eggleston es uno de sus pioneros-, sino también porque ellas nos muestran la fuerza de los colores, pero en el silencio. El silencio en este caso no debemos entenderlo como una ausencia de sonido, sino como una depuración: el silencio perfora los tímpanos. Y en este caso el silencio del color, mantiene abierta la pupila del ojo hasta la ebriedad. Pero el color de qué? Eggleston fotografía el detalle de objetos de la vida cotidiana estadinense: casas, automóviles Ford, Chevrolet, vallas publicitarias de Coca-Cola...y también un rincón olvidado, que en ocasiones el transeunte no ve, simplemente por que no salta a la vista. Un bombillo en un espacio cualquiera. Objetos de un rincón de una habitación, de la cocina, del interior americano de los años sesenta y setenta. Objetos del espacio urbano de Tennesse, su Estado natal y de otros sitios norteamericanos.

La deuda es enorme con Walker Evans y con Henri Cartier-Bresson. Sin embargo Eggleston va màs allà con sus fotografias. A través de un proceso fotografico de transferencia (dye-transfer), el color de los objetos y los lugares acquieren una cierta inverosimilitud. Parecen irreales al mismo tiempo que nos muestran su carga esencial, como en "Los Alamos" foto de 1974 donde un detalle de las piernas de una joven, retratada entre sensualidad e inocencia, se confunden con un fondo banal de una calle cualquiera dandole a esta fotografia un carácter erótico indiscutible.

Los detalles de los automáviles, se convierten en espacios arquitecturales imposibles, donde el color de nuevo manifiesta su enorme poder simbólico, siempre dentro de un silencio ensordecedor. Los personajes de Eggleston son también como objetos. Fotografiados en una actitud clara actitud de pose, se confunden dentro de ese mundo objetual.

Desde hace varios meses y prolongada por algunas semanas más, la exposicion Kyoto de William Eggleston se exhibe en la Fundacion Cartier Esta exposición nos muestra su más reciente trabajo. Bajo encargo de la Fundación Cartier, el fotografo estadinense viaja a Kyoto desde el 24 de septiembre al 2 de octubre del 2001 http://www.think-photo.net/egglestons_in_kyoto . Como resultado de este viaje, quedan unas fotografias maravillosas, donde más que nunca se percibe el silencio del color. De construmbre hemos escuchado que el color es ruidoso, pero en estas fotografias el ruido desparece por completo. Ayudado de una camara Fuji 6 x 9cm y de una Leica 35mm, el fotografo se sumerge de nuevo como sabe hacerlo, en esos lugares donde el ojo no se detiene, en eso detalles que solo son evidenciados por el lente fotográfico y la mirada del artista. Así en Kyoto, surgen nuevas imágenes de las casas, de los autobuses, de una que otra mujer o niña que se mescla con la transparencia del cristal, de la ventana restaurante o de un autobus escolar. La escritura oriental, grafismos imposibles a los ojos de un occidental no iniciado en esta caligrafía llena de color y fuerza.

Fotos de peces en acuarios, listos a ser consumidos por un cliente en un restaurante de las calles de Kyoto, las maquinas de simulación y juegos electrónicos, todo un universo de esta ciudad oriental, revelada por el intelegente ojo de Eggleston, dentro de la magia del color fotografico y su revelador silencio.

Ricardo Arcos-Palma.
Paris, 1 de marzo del 2002.

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