Revisar el "proyecto pentágono".
Han pasado ya los meses, y todo parece haber quedado en el olvido. Quizás porque los responsables del Proyecto Pentágono ya no están trabajando en el Ministerio de cultura. Sin embargo, afortunadamente, existen miradas críticas que retoman la memoria. Me refiero al texto publicado por el director curricular de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia: Miguel Huertas quien hace un llamado que pocos o casi nadie a querido acoger. El hace una invitación a analizar con una posicion crítica lo que fue este proyecto. Mirar sus virtudes y sus defectos. Para Miguel Huertas, existió en este proyecto - que se quedó en su mayor parte en una publicación -, un juego de palabras que no llevó sino a crear confusiones en el medio artístico colombiano. Cierto algunos proyectos se pudieron llevar acabo como "Actos de fabulación" de Consuelo Pabón y "Matarialismos, materiales y materialidades" de Jaime Cerón y Humberto Junca, pero aún así deberíamos ver cual será el impacto de este proyecto en las prácticas artísticas guiadas por lo que sus impulsores llamaron las "curadurías investigativas".
Sin lugar a dudas el proyecto, tiene varias virtudes, pero deberíamos preguntarnos si a futuro, el impacto será el mismo. ¿Qué sucederá cuando los curadores hagan cola para repartirse el paupérrimo presupuesto que la nación asigna a la cultura? Lo que es un hecho es que las prácticas curatoriales ya han comenzado a instaurarse como políticas institucionales. Y eso es bastante bueno claro esta seria insensato oponerse a ello. Pero vuelvo e insisto es asunto es practicas culturales en un contexto como el colombiano donde la exclusión es marca registrada. Es decir, esto a mí me genera serias dudas de cómo se seguirá aplicando a futuro.
Sin lugar a dudas el proyecto, tiene varias virtudes, pero deberíamos preguntarnos si a futuro, el impacto será el mismo. ¿Qué sucederá cuando los curadores hagan cola para repartirse el paupérrimo presupuesto que la nación asigna a la cultura? Lo que es un hecho es que las prácticas curatoriales ya han comenzado a instaurarse como políticas institucionales. Y eso es bastante bueno claro esta seria insensato oponerse a ello. Pero vuelvo e insisto es asunto es practicas culturales en un contexto como el colombiano donde la exclusión es marca registrada. Es decir, esto a mí me genera serias dudas de cómo se seguirá aplicando a futuro.
Bueno lo interesante del texto de Huertas publicado en UN Periódico, es que pone una vez más en la mesa, un tema que muy pocos se atreven a afrontar: el vínculo social del arte. Así pues yo me uno a su llamado esperando que el medio pueda dar cuenta de lo que fue el Proyecto Pentágono. Porque valga la pena recordarlo, así cambien de Ministro de Cultura otras cinco veces, el problema de fondo es mucho más complejo de lo que parece, dadas las condiciones actuales de las políticas culturales pues hay funcionarios que llevan ahí muchos años y saldrán sin duda por los pies por delante, pues en nuestro medio no existe la meritocracia sino la aristocracia. Y con esto que quede en claro que no se puede empezar una discusión y darla por terminada por el simple hecho de decir "se acabó" y cambiemos de tema, como ha sucedido en Columna de Arena.
https://www.mincultura.gov.co/SiteAssets/Artes/arte%20contemporaneo.pdf
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